Cómo empezar a vivir tu sueño
Estás sentado en la taza del baño leyendo este artículo que promete enseñarte cómo ser quién realmente eres.
No eres el único que se pone a soñar despierto frente a una computadora en una oficina bien iluminada. Nuestros trabajos solamente son la fuente de dinero, no representan realmente nuestra esencia. Eso lo sabes desde hace años, pero aun así no te atreves a explorar lo que hay más allá del trabajo de oficina.
No te diré que dejes tu trabajo. Tampoco te diré que inviertas en criptomonedas o que comprometas tu dinero en un esquema de dudosa procedencia.
Quizá al final de este texto puedas seguir esa pequeña chispa que está en tu interior desde hace años.
El secreto está en recordar una sola frase:
Allá afuera hay alguien más pendejo que tú haciendo lo que tú quieres hacer.
No lo niegues. Es verdad.
Piensa en ese influencer que te cae mal, pero que no puedes dejar de ver. Ese es el pendejo.
Te molesta porque te ves reflejado en él. Quizá su contenido es malísimo, su estilo te da cringe y definitivamente tú podrías hacerlo mejor.
Pero hay una sola cosa que te diferencia del pendejo: él lo está haciendo.
Tú no lo estás haciendo porque tienes cuentas qué pagar.
Tú no lo estás haciendo porque la gente pensará que eres un farsante.
Tú no lo estás haciendo porque no tienes el equipo necesario para montar tu negocio.
Tú no lo estás haciendo porque tienes un trabajo que te drena la energía.
¿Sabes qué? Pensándolo mejor; tú eres el pendejo.
La única diferencia es hacerlo.
Claro que no será perfecto al principio, pero no necesita ser perfecto. Para poder llegar a tu destino tienes que estar dispuesto a dar el primer paso.
Piensa que el tiempo va a pasar de todas formas; hagas o no las cosas.
Así que decide hacerlas.
Piensa en ese sueño que tienes constantemente. ¿Por dónde podrías empezar?
Empieza.
Conviértete en el pendejo que hace lo que otro quiere hacer.
